sábado, 29 de agosto de 2009

Deporte y pobreza: ¿Una manera de acabar con la delincuencia?

Es inevitable pensar en el deporte como una fórmula para abstraer a los jóvenes en situación de riesgo social, cuyo entorno está dominado por el narcotráfico, los asaltos y la violencia intrafamilar. Las políticas públicas en esta línea han sido insuficientes para combatir la virulencia de la droga en Chile, pero focalizándose en las zonas con mayor posibilidad de aceptar este tipo de bacteria.
Claramente la actividad deportiva es una excelente disciplina que enriquece el espíritu, fortelece las relaciones personales y posibilita la proyección humana en toda su dimensión. Sin embargo, la Responsabilidad Social Estatal (RSE) está de capa caída, sobre todo cuando se observa a diario, cómo las excelentes iniciativas generadas desde la propia realidad, finalizan por no continuar con el apoyo gubernamental necesario.

Es contradictorio esto, puesto que nuestro país quiere pertenecer al mundo desarrollado, emular algunas de las medidas más "progresistas que países del primer mundo aplicaron en su momento y ser considerado en la región como los "mateitos" de la macreoeconomía. Si eso se quiere lograr ¿qué estrategias se preteden aplicar? El desafío no es sencillo, pero desde esta humilde tribuna se sugiere fortalecer el deporte en todos sus espacios comunitarios desde los barrios más periféricos hasta las escuelas chilenas, que lentamente han aumentado las horas de la enseñanza de la actividad física, pero la cultura deportiva no forma parte de la formación pre-escolar. Por eso, la delincuencia no se combate única y exclusivamente con mayor dotación policial, con militarización de las barrios más "peligrosos" para la autoridad central o continuar con el proceso de construcción carcelaria-concesionada en Chile.


Hay que producir más espacios de desarrollo deportivo en masa, para que las futuras generaciones, que son el blanco predilecto de los narcotraficantes, tengan opciones de decidir y no inclinarse por la opción del "facilismo social", eso que te mentaliza en preferir lo material, lo impuesto por el modelo y todo su montaje publicitario, antes que reforzar tus valores personales y trasmitirlo a los tuyos. El deporte ayuda definitivamente a vigorizar esa línea.