lunes, 26 de marzo de 2012

Cambios al binominal, la reforma que se viene

Aparentemente el pacto RN-DC es de más largo aliento de lo que se pueda pensar por estos días. Al trabajo en secreto de ambos partidos por revitalizar un centro político conservador, ahora se suma el esfuerzo de sus diputados por comenzar a materializar esto en propuestas concretas. Una de ellas sería la de reformar el binominal, modificación que busca terminar con los 120 cupos a diputados y estos ampliarlos para darle un sentido de mayor “representatividad” al Congreso. Esta iniciativa fue propuesta en enero de 2011 por los diputados Pepe Auth (PPD), Jorge Burgos (DC), Pedro Araya (PRI), Guillermo Teillier (PC), Gustavo Hasbún (UDI) y Nicolás Monckeberg (RN). Sin embargo hay que recordar que cualquier reforma que se quiera aplicar, supone una modificación directa a la Ley Orgánica de Votaciones (LOV) y esto sería casi un saludo a la galería.

Si bien esta iniciativa parece un quiebre profundo en cómo ha estado operando el sistema electoral, en la práctica no solucionaría nada de los inconvenientes de representatividad que se advierten en Chile. Pero vamos por parte. En esta discusión se proponen dos temas puntuales, uno que tiene que ver con esta nueva alianza conservadora entre RN y la DC, y los cambios al binominal. Si ambos partidos se transforman en los verdaderos impulsores de abrir el debate sobre los inconvenientes que presenta el sistema electoral binominal como fórmula de representación, se ubicarán en el centro de la política y podrían robustecer un viejo anhelo: recuperar el centro político. Por eso no debe de extrañar que el presidente de la falange, Ignacio Walker, haya tomado cierta distancia de las críticas que se le han formulado a la alianza en materia de reconstrucción, sosteniendo que “sería un absurdo desconocer avances”, en un claro gesto de respaldo a la gestión gubernamental central. Si a esto último le sumamos las palabras del director de Adimark, Roberto Méndez, quien mencionó hace un tiempo atrás en este medio de que “No es correcto pensar que la DC seguirá en la Concertación y RN en la alianza”, el panorama político puede cambiar radicalmente en los próximos meses.

Como segundo punto, la excusa del binominal puede ser la plataforma que de pie a nuevas reuniones y encuentros bilaterales entre ambos partidos, pero no necesariamente será la solución a la baja valoración que sufren las actuales coaliciones. Si pensar que con el simple hecho de aumentar el número de diputados se revertirá la crisis de legitimidad, creo que los asesores equivocan el rumbo. Si no se da un mecanismo de elección proporcional, ¿qué sentido tiene aumentar el cupo con la misma fórmula de elección? Lo que produciría en el fondo sería acrecentar la sobrerrepresentación de los mismos bloques, restringir el ingreso de otros partidos y fortalecer la idea de partidos hegemónicos. Estos proyectos con letra chica, se interpretan más como pirotecnia política que verdaderas transformaciones sociales de largo aliento, y no hacen más que seguir agudizando la crisis política que hoy se percibe en la ciudadanía.

Lo que se pretende en el fondo es que no hayan cambios reales, extender los beneficios que ofrece la carrera política, evitar tensionar la discusión con la Alianza y perpetuar los beneficios de unos pocos por sobre las mayorías. Si esto no se toma en cuenta, la tendencia a la baja de las coaliciones seguirá y el pacto RN-DC será un esfuerzo infructuoso por dotar de algún grado de estabilidad a un sistema político que está severamente en crisis.

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